Mi aventura irlandesa duró casi diez meses. Estoy sumamente feliz por mi experiencia en solitario de vivir en otro país y con un idioma distinto al mio.
En este tiempo conseguí un nuevo trabajo, obviamente "precario" y "provisorio", así son las nuevas modalidades de trabajo que sufrimos las personas de mas de cincuenta años, pero el dinero lo necesito, y agacho la cabeza cual cordero y acepto las asquerosas normas.
También retome mis caminatas por la Sierra de Guadarrama y he perdido a una persona muy allegada a mí.
Estos tres meses han sido bastantes movidos en cuestión salud y hospitales, pero por suerte, poco a poco irá todo a mejor.
En la Plaza Mayor de Madrid